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Historia De La Liturgia Pdf Mario Righetti FREE\\\\ ^NEW^


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De la total y absoluta dependencia en que se encuentra el serhumano respecto de Dios, susupremo principio y ltimo fin, nace uncomplejo de deberes que le unen estrechamente a El y constituyen elobjeto material de la virtud de la religin. La persona, en efecto,criatura de Dios y elevado al estado sobrenatural, debe al Creadorel homenaje de la adoracin, es decir, el reconocimiento humilde ysincero de la propia dependencia de l; enriquecido gratuitamentecon dones maravillosos, le debe el tributo del reconocimiento;pecador por la fragilidad de su naturaleza y malicia de lavoluntad, tiene la obligacin de satisfacer a la Majestad divinaultrajada; dbil e impotente, debe implorar con splicas los auxiliosnaturales y sobrenaturales que le son indispensables para conseguirel propio fin. Los actos con que el ser humano cumple este cudruplodeber de adoracinagradecimiento-satisfaccin-peticin, constituyen elculto religioso privado. El cual, uno en s mismo, puedeconsiderarse bajo un doble aspecto: interior, que dimanaradicalmente de las facultades espirituales caractersticas del serhumano, la inteligencia y la voluntad; exterior, cuando lossentimientos internos del alma se manifiestan visiblemente mediantelos actos materiales del cuerpo. No es nuestro propsito demostrarla necesidad y la conveniencia del culto externo. El ser humano esuna naturaleza mixta, porque al alma espiritual va unido un cuerpo,creado por Dios, que participa de los beneficios divinos y que, pordesgracia, se pone frecuentemente al servicio de la voluntad paracometer el pecado. Todo esto lleva consigo, tambin para el cuerpo,el deber de asociarse al alma en los actos de la religin, noolvidando que si por ley natural todo movimiento del alma repercuteen el cuerpo, el sentimiento religioso, que es ciertamente de losms fuertes y profundos, tiene necesidad de manifestarse alexterior. La historia religiosa de todos los pueblos nos ofrece unademostracin ineludible. Pero la persona no fue hecha para vivirsolo. Dios lo ha creado para vivir en sociedad; es un ser social.Por consiguiente, la sociedad humana, por las mismas razones (dataproporcione) que valen para el individuo, tiene a su vez laobligacin de dar a Dios, su autor, un culto pblico y social. Esteculto, cuya organizacin Dios poda dejar a la libre voluntad de losjefes de la sociedad, quiso organizarlo El mismo en el mundo pordivina revelacin: primero, mediante el culto mosaico, y ms tarde,mediante el culto cristiano, que, establecido por Cristo y susapstoles en lneas esenciales, se desarroll admirablemente a travsde los siglos por la obra asidua y clara de la Iglesia catlica. Eltrmino culto, por lo tanto, que en sentido genrico significa todaexpresin de sentimiento religioso, designa, en sentido objetivo,aquel conjunto fijo y ordenado de normas por el cual se hallaorganizada la religin exterior correspondiente a una determinadasociedad. Tendremos as un culto pagano, un culto hebreo, un cultocristiano. En ste segundo caso, culto viene a ser, como veremos,sinnimo de liturgia, y a este trmino nos atendremos preferentementesegn el uso ms comn de los escritores modernos. 6


efecto de oscurecer el significado salvador de la humanidad deCristo, que es el aspecto preeminente en su figura redentora; msan: en las iglesias monofisistas, que admitan en Jesucristo nada msque la naturaleza divina, desapareci por completo. Cristo fuesustrado del contacto directo de los fieles, y su sacrificio,inefable misterio de amor, aparece esencialmente como un misteriode pavoroso temor. En Occidente no fue as. La Iglesia romana semantuvo constantemente fiel al espritu de la plegaria primitiva; laidea de Cristo mediador nuestro, supremo sacerdote en su sacrosantahumanidad, qued como base de todas sus formas litrgicas, comenzandopor la del canon. Es ms bien en el campo de la oracin privada dondese produjo una desviacin de este criterio eminentemente catlico ytradicional. El Padre se halla muchas veces como olvidado, mientrasla figura de Cristo ha absorbido, por as decirlo, en s todas lasexpresiones religiosas, con menoscabo del genuino sentimientolitrgico y unitario en la Iglesia. Escribe un moderno telogo:Cuanto ms exclusivamente se considera al Cristo solo, tanto ms lapiadosa devocin se siente impulsada a considerar y a adorar conpreferencia al Dios en la figura de Cristo. Lo humano pasa asegunda lnea en la conciencia del creyente, y. con esto, tambin lasublime verdad de que Cristo, precisamente en la vestidura devctima de su humanidad, es nuestro Sumo Sacerdote, y que esprecisamente en virtud de su santsima humanidad como nosotros losredimidos permanecemos unidos de la manera ms ntima a su divinidad,siendo El nuestra cabeza y nosotros su cuerpo. Como consecuencia deesto, se destaca el sentido vivo del vnculo de la gracia, de lacomunin sobrenatural de vida, del conjunto santo de relaciones queexiste entre los cristianos en Cristo. El creyente no posee ya elentero conocimiento de su unin con la cabeza de Cristo y con losdems miembros del cuerpo. El se siente de cara a Cristo y a losdems miembros de este ltimo como un yo y no como un nosotros, msbien como una individualidad aislada que como un organismo social.En la liturgia se halla admirablemente expresado el misterio,desarrollado por San Pablo y San Ireneo, de la recapitulacin detodas las cosas en Cristo, en la luz del Padre. La liturgia llama ala unin a todos los seres, terrestres y celestes, animados einanimados, para disponerlos en bello orden alrededor de Cristo y,por medio de El, en tomo a Dios. Las piedras, bajo la inspiracinlitrgica, se colocan segn las grandiosas formas arquitectnicas; lasms preciosas telas se emplean para revestir el altar de susacrificio; el oro, la plata, el fuego, el agua, la luz, elincienso, la sal, la ceniza, las flores, la cera y, sobre todo, elpan y el vino, estn hechos para servir de instrumento a la accinsantificadora de Cristo. Todo el pasado con su historia y elpresente con sus realidades, humanas y divinas, visibles einvisibles, son evocados por la liturgia. Es una maravillosasntesis, en cuyo centro est Cristo, cabeza del pueblo redimido yofrecido al Padre por El; de manera que podemos contemplar el mundorecapitulado en El, contenido a la vez en su ser, en su ordenacin ydesenvolvimiento por la fuerza creadora de El y santificado por sugracia. Fue, sin duda alguna, este eminente concepto de Cristo,alma de la liturgia, el que sugiri a los antiguos el poner laimagen majestuosa y soberana, el Pantocrator, sobre el arcotriunfal en los bsides de las iglesias. Con relacin a lo dicho, laliturgia puede tambin llamarse mistrica o sacramental, porque ensus ritos, y especialmente en la misa, expresa y actualiza elsacramento o misterio de Cristo, esto 14


2. Liturgia y Dogma.La Liturgia, Expresin de la Fe. Paraprofundizar mejor en el concepto de liturgia, darle el relieve quese merece y valorar su importancia real en el campo de lasdisciplinas eclesisticas, es preciso examinar las principalesrelaciones que existen entre la liturgia y el dogma catlico.Hablando del culto en general, en el captulo anterior hemos hechonotar que el culto en todas sus manifestaciones se fundaesencialmente en las relaciones objetivas de dependencia del hombrerespecto de Dios. Anlogamente se basa tambin toda la liturgiacristiana en aquel conjunto de verdades sobrenaturales que,fundadas sobre motivos de la religin natural, forman el credo delcristianismo. Dios, en su inmensa realidad, uno y trino; lacreacin, la Providencia, la omnipresencia divina; el pecado, lajusticia, la necesidad de la redencin; la redencin, el Redentor ysu reino; los novsimos. La liturgia es la expresin pblica, solemne,oficial del culto: Es nuestra fe confesada, sentida, suplicada,cantada, puesta en contacto con la fe de nuestros hermanos y detoda la Iglesia. El dogma es para la liturgia lo que el alma alcuerpo, el pensamiento a la palabra; de donde deca el salmista:Credidi irropter quod locutus sum. Y San Pablo: Hab entes eumdemspiritum fidei credimus, propter quod et loquimur. Evidentemente,de ordinario no propone la Iglesia el dogma en los textoslitrgicos, como lo hace en los cnones conciliares o en las tesisteolgicas. Para este fin se sirve ella de medios ms directos yeficaces, como la predicacin, la catequesis. La liturgia, empero,asimila el dogma, lo despoja de su austeridad, y hace que repercutaen sus frmulas, ritos y smbolos. La historia del desarrollolitrgico nos demuestra que ha seguido.paralelamente lasalternativas del desenvolvimiento dogmtico. Cuando se precisa eldogma en la especulacin cientfica y en la enseanza doctrinal, obien sale victorioso despus de una gran controversia teolgica,inmediatamente se hace eco de l una frmula o una ceremonia lotraduce o lo fija en el ritual. El arrianismo neg en el siglo IV ladivinidad de Jesucristo, y en el texto de la antiqusima grandoxologa se insert la clusula Deum verum de Deo vero, mientras seuni a la frmula primitiva per Christum Dominum nostrum laterminacin qui tecum vivit et regnat... Deus per omnia saeculasaeculorum. Niegan los pelagianos la necesidad de la ayuda de lagracia, y he aqu que se multiplica el uso del versculo: Deus, inadiutorium meum intende; Domine, ad adiuvandum me festina.Sostienen algunos catlicos que el bautismo no borra todos lospecados, e inmediatamente la liturgia visigoda inserta comoprotesta en la frmula del smbolo apostlico: Credo... remissionemomnium. peccatorum. Rechazan los predestinacianos la universalidadde la redencin de Cristo, y se aaden al canon romano las palabraspro nostra omniumque salute. Impugnan los maniqueos la legitimidaddel uso del vino en la Eucarista, y Len I aade en el canon a lamencin del sacrificio de Melquisedec: Sanctum sacrificium,immaculatam hostiam. Apenas se condena en Efeso a Nestorio,impugnador de la divina maternidad de Mara Santsima (431), cuandoaparece en los dpticos romanos la clusula de Dei genitrix eintroduce San Cirilo Alejandrino en la liturgia copta las msamplias expresiones de fe hacia Mara, Madre de Dios. No pocasoraciones de los antiguos sacramntanos reflejan el eco de lasluchas cristolgicas del siglo V. Esta, por ejemplo, del Leoniano:Praesta quaesumus, Domine Deus noster, sacramentum hoc in ecclesiisindiffidenter intelligi, ut unus Christus in Dei atque hominisvertate, nec a nostra divisus natura, nec a tua discreta adoreturessentia. Se introdujo el Credo en la misa galicana como reaccin yantdoto contra la hereja adopcionista, 19 153554b96e






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